domingo, 25 de octubre de 2009

Entre bambalinas

Me he reconciliado con los periodistas anglosajones. Una vez dije que me parecen vomitivos por su vanidad y arrogancia. No se trata de un giro copernicano. Siguen siendo engreídos y se pasean con aires de superioridad, pero también son amables cuando les hablas. No hay pizca de ironía en lo que digo. 

Lo más interesante de una cumbre asiática, como la que hoy se clausura en Hua Hin (Tailandia), son los corrillos de periodistas. La diversidad cultural es impresionante. En la sala de periodistas se mezclan el tailandés, el inglés, el japonés, el birmano, el inglés, el francés o el español. 


Según los más veteranos, antaño los reporteros tenían que salir e a la caza y captura de los jefes de Estado y de Gobierno en los pasillos. En el presente, las comparecencias y los comunicados de prensa están milimétricamente diseñados. Aunque siempre hay espacio para algunas preguntas al interlocutor.


Como en tantos otros ámbitos, las mujeres son cada vez más numerosas en el terreno periodístico. En un evento internacional, la ventaja es que la representación femenina cubre muchos países. Algunos periodistas tienen la libido tan disparada que es casi imposible hablar de otras cosas que no sean piernas, culos y tetas. Las reinas indiscutibles son las presentadoras de televisión, aunque también las que menos conversacion tienen.


Los periodistas chinos -incluidas ellas- son los que más llaman mi atención. Su número, actitud y medios técnicos demuestra que el crecimiento hegemónico de China es algo más que la exportación de muñecas y calculadoras. La mayoría de ellos tiene una mentalidad abierta y tolerante, nada que ver con el gigantismo burocrático del PC chino. Critican la masacre de Tiannanmen en 1989 y reconocen los logros económicos del Gobierno.


Quizá los hoteles sean el mejor indicador del estatus social de los periodistas. Los chinos, así como los representantes de los grandes medios norteamericanos o europeos, se alojan en los establecimientos de cuatro estrellas (a unos 90 dólares la habitación). Yo me encuentro en el Chan Chay, que ni siquiera tiene consideración de hotel sino de bungaló. La habitación cuesta poco más de 30 dólares. Comparto desayuno con reporteros filipinos y birmanos. Tengo que reconocer que su compañía es inmejorable.


Durante la cumbre también se han vivido momentos ciertamente escatológicos. El mismo día que una monja católica y un monje se manifestaron, una puerta de cristal se hizo añicos por ciencia infusa. Al menos, para los tailandeses, que son muy supersticiosos, fue un signo de mal agüero... Parece que no estaban el lo cierto. Los mandatarios de China, Japón, Australia, Birmania, Vietnam y compañía ya se encuentran de camino a sus respectivos países. Detrás dejan ampulosas promesas para lograr la prosperidad económica y el respeto de los derechos humanos en una Asia integrada.





Los mejores de la clase

Lo vi por primera vez en una película. En el patio de un colegio colgaba un retrato de grandes dimensiones de la mejor alumna más sobresaliente. Hasta que un día me topé con un cartel muy similar en un centro educativo cercano a Bangkok. Una adolescente posaba modosamente y sonreía con su rutilante ortodoncia. En la parte inferior de la fotografía se podía leer en tailandés que la estudiante había destacado en sus estudios y en sus habilidades artísticas. En otra imagen, una delicada joven posaba por motivos parecidos junto a dos rollizos funcionarios. En este caso, se trata de las mejores de la clase.





Paticcasamuppada

"Cuando nos aferramos a una sensación placentera se manifiesta mediante la lujuria; si nos aferramos a una sensación desagradable se manifiesta mediante la ira o el odio; cuando nos recreamos en una sensación que ni causa agrado ni desagrado se manifiesta en el desengaño".

Buddahdasa Bhikkhu sobre Paticcasamuuppada (origen dependiente, en lengua pali)

El paraguas, por Paulo Coelho

Como ordena la tradición, antes de entrar en la casa del maestro zen, el discípulo dejó junto a la puerta sus zapatos y su paraguas.
-He visto por la ventana que estabas llegando – comentó el maestro - ¿Has dejado los zapatos a la derecha o a la izquierda del paraguas?
-No tengo ni la menor idea. Pero, ¿qué importancia tiene? ¡Yo estaba pensando en el secreto del Zen!
-Si no le prestas atención a la vida, nunca aprenderás nada. Comunícate con la vida, dale a cada segundo la atención que merece; éste es el único secreto del Zen.



lunes, 19 de octubre de 2009

La triste historia de Prakanong (y su final crematístico)

Las historias más solemnes a veces terminan convirtiéndose en Tailandia en asuntos lúdico-festivos. Así ocurre a los ojos de un farang (extranjero) como yo. Los templos son lugares de culto sincrético, donde igual un monje de naranja medita ante una figura de Buda que un jugador empedernido evoca su suerte en un tronco espiritual.

El otro día fui a visitar un templo en pleno corazón de Bangkok atraído por la luctuosa historia de Mae Nak Prakanong. Esta doncella tailandesa vivió en el siglo XIX, bajo el reinado de Rama III, cuando la capital tailandesa era conocida como la "Venecia asiática", por la cantidad de canales que surcaban la ciudad. En el templo, me encontré una especie de rastrillo de juguetes y vestidos de mujer y una marabunta de vendedores de lotería. Mucho comerciante en un lugar tan santo.



                                         Altar en honor de Mae Nak Prakanong



Cuenta la leyenda, verídica para muchos tailandeses como el relato del Cid Campeador para los españoles, que Prakanon murió un día estando encinta. Volvió del mundo de los muertos para convivir con su marido, quien desconocía que su esposa había fallecido. El fantasma con apariencia humana coaccionó a los vecinos para que no revelaran la verdad a su marido. Algunos extraños sucesos despertaron sospechas en el hombre, que veía cómo la joven alargaba sus miembros de forma inaudita o sobrevolaba sobre el suelo.

Ante la alarma social que desató el espíritu de la miserable Prakanon, un monje santo del lugar decidió hacer algo. Consiguió que el fantasma volviera al mundo de los muertos, al invocar el nombre de Buda, el "Iluminado". Los aldeanos respiraron con alivio cuando se marchó, pero también sentían una gran congoja por la suerte de la bella joven. Esta pena se convirtió en cariño y, más adelante, en veneración. Fabricaron una imagen de Prakanong y la situaron en un altar para que todos pudieran acudir a rezar y pedir favores.

Muchas jóvenes solicitan a Prakanong un buen mozo para casarse. Pero la petición más popular es el número ganador de la lotería, que los creyentes sacan de una vasija de bolas o vislumbran en el tronco de un árbol.

"He venido para que toque la lotería. Así podré pagar los estudios de mi hijo", me dijo Duangporn Poochitpakorn, quien acudió al templo con una compañera de la oficina donde trabaja. "Si no consigo el número ganador pues lo intentaré otra vez. El secreto está en la fe. Cuanto más crees, más posibilidades tienes de éxito".

La  mayoría de la gente visita el templo los dos días previos al 3 y 16 de cada mes, que es cuando se sortea la lotería. Se acercan al lugar de noche, bajo la tenue luz de las escasas estrellas que permite la polución y el sonido de los insectos y las ranas del canal. Se respira una paz casi sepulcral y diáfana.


                   Unas jóvenes frotan el tronco para que les revele el próximo número ganador de lotería.


Los creyentes realizan un ritual solemne. Colocan incienso, velas y flores frente al altar de Prakanong; rezan de rodillas y realizan sus peticiones con devoción. Luego aplican papel de oro sobre la imagen de Prakanong, que sostiene a su bebé en brazos. De la pared cuelgan varios retratos, que muestran a una joven de mirada serena, piel nívea y cabellos oscuros.
Hay una gran diversidad de formas de obtener el número de la suerte. Unos frotan el tronco de un árbol, otros la superficie de una barca o sacan unas bolas de ping-pong numeradas de unas vasijas. A continuación, se dirigen a la puerta y adquieren sus boletos de lotería. Si resultan ganadores, volverán al templo y le comprarán un vestido al espíritu de Prakanong y juguetes para el niño. Eso sí, sólo si resultan ganadores.

Las atracciones esotéricas del templo no acaban ahí. También aloja el cadáver inmarchito de un bebé que fue desenterrado en la parte trasera de la vivienda de Prakanong (donde creen que vivió). Allí, los visitantes agitan unos cilindros hasta hacer caer tres varillas numeradas. En otro rincón del recinto, algunos espejos y figuras quebradas han sido depositadas por sus dueños. Da mala suerte conservarlos en casa. Otros prefieren que un vidente les lea el futuro en las cartas. Por cierto, en el templo también hay figuras de Buda..., y alguna otra del dios indio Ganesh.

miércoles, 7 de octubre de 2009

El cuento de (algunas) ONG

No sé si debería decir esto: una gran parte de las ONG vive del cuento. Lo he corroborado en las reuniones de la ONU sobre cambio climatico en Bangkok. Algunos no hacen más que repetir consignas que han copiado del Wikipedia o, raramente, de algún libro que han leído. La sede de la ONU está llena de post-adolescentes medio bobos (bohemian-bourgeois) con camisetas "cool". ¿Es que esta gente no tiene que estudiar o trabajar? Y estoy hasta los cojones de que me interrumpan para presentarme a onegeros sólo porque hablan español.
 

-hola, te presento a José Eduardo, que trabaja en $%& y habla español. ¿En Argentina se habla español, verdad?

Y entonces el tal José Eduardo me cuenta que el cambio climático provocará calamidades en todo el mundo. Bravo. Eureka. El tío ha descubierto el agua.

No he cambiado mi discurso. Sigo pensando que las multinacionales de Wall Street, Madrid o Pekín se enriquecen a costa de trabajadores precarios como yo mismo. Y cuando revientan el sistema por su avaricia sin límites..., no hay problema. Ahí están los impuestos de todos para salvarles el culo. Esta segunda parte no la predijo Arturo Pérez-Reverte en su profético artículo "Los amos del mundo".


"Lo único importante es recortar costes, recuerda, Gaspar. Las retribuciones de los empleados es lo más caro", me dijo una vez delegado del Corte Inglés. Y cuando le pregunté por los millonarios bonos de los banqueros, respondió: "Ah, bueno, es una institución ya antigua, siempre se ha hecho así". 

La sociedad civil, muchas veces a través de las organizaciones no gubernamentales (ONG), debe alzar su voz para calentar las orejas a nuestros cínicos líderes políticos con éste y otros asuntos, como el cambio climático.


Sin renunciar a mi pensamiento contra el capitalismo salvaje, os cuento lo que me dijo un líder indígena. Le pregunté por qué algunos grupos se empeñan en ir contra todos y contra todo. Pragmatismo tan pobre me desconcierta.

-Mira, algunas ONG vienen a ayudar a los grupos indígenas. Pero cuando éstos ya pueden valerse por sí mismos les dicen: "muchas gracias por vuestra ayuda y habernos acompañado en el camino, ya sabemos avanzar nosotros solos". Entonces, las ONG aparecen con nuevas reivindicaciones en su nombre. Así pueden reclamar más subvenciones y seguir viviendo de ello. 


Y eso, son "no gubernamentales", pero reciben ayudas del Estado (cuyos intereses sirven en algunos casos).

lunes, 5 de octubre de 2009

Noruega a la cabeza del desarrollo humano, Níger a la cola

Noruega ha vuelto a encabezar la lista de países donde se vive mejor según el Índice de Desarrollo Humano (IDH) publicado hoy por Naciones Unidas, que situó a Níger como el peor lugar del planeta. España se sitúa en un muy respetable puesto 15, aunque los datos y estadísticas del estudio se remontan a 2007, antes de la crisis financiera global y la explosión de la burbuja inmobiliaria.

China, en el puesto 92, Colombia (77), Francia (8), Perú (78) y Venezuela (58) son las naciones que más han ascendido en la tabla en comparación con el informe de 2006 debido a los aumentos de ingresos, la esperanza de vida o mejoras en la educación. Me temo que a muchos les escocerá que Hugo Chávez suba en la escala.

Los datos sobre calidad de vida, recogidos por Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) hasta 2007, antes de la crisis financiera, sitúan a Australia e Islandia en el segundo y tercer puesto, mientras que Afganistán y Sierra Leona siguen a Níger por la cola.

"A pesar de haber conseguido mejoras significativas, los avances han sido dispares", sostuvo en un comunicado Jeni Klugman, directora del informe. "Muchos países sufrieron retrocesos en los últimos decenios como resultado de depresiones económicas, crisis relacionadas con conflictos y la epidemia de VIH/SIDA; todo ello incluso antes de que se hicieran sentir los efectos de la actual crisis financiera mundial", agregó.

El diagnóstico mundial del bienestar, que la ONU evalúa desde hace veinte años, estudia diferentes variables del desarrollo humano como tendencias demográficas, economía y desigualdad, así como educación y salud. La esperanza de vida alcanza en Níger los 50 años de media, 30 menos que los noruegos, que multiplican por 85 cada dólar ganado por los ciudadanos del país africano.

Respecto a 2006, España subió un puesto hasta el 15 entre los países más desarrollados, por debajo de países como Irlanda (5) o Estados Unidos (13) y por encima de Dinamarca (16), Bélgica (17) y el Reino Unidos (21). España, que en 1995 llegó a escalar al puesto noveno, cuenta con uno de los índices más altos en expectativa de vida, con 80,7 años de media, aún superado por los 81 años de Australia, los 81,4 de Suiza y los 82,4 de Japón.

Chile (44), Argentina (49), Uruguay (50) y Cuba (51) son los países latinoamericanos mejor situados en la tabla de IDH, con valores superiores a la media de América Latina y el Caribe, que puntúan un 0,821 sobre uno.
Por su parte, Chile se ubicó en el puesto 44, Venezuela en el 58 y Brasil el puesto 75, muy cerca de Colombia (77) Perú (78) y Ecuador (80), dentro de los países con un desarrollo alto.

Paraguay y Bolivia se posicionan en el 101 y 112 lugar del ránking, en el tramo de las naciones con un bienestar medio.
Lietchtenstein (19), el pequeño principado de 35.000 habitantes, 15 bancos y más de 100 compañías financieras, disfruta de la renta per cápita más alta del mundo con 85.383 dólares; mientras que el salario medio más bajo se encuentra en la República Democrática del Congo con 298 dólares anuales.

Japón (10), Singapur (23) y Hong Kong (24) son los lugares asiáticos mejor situados en la tabla del IDH, seguidos de cerca por Corea del Sur (26), Israel (27) y el sultanato de Brunei (30).
Dentro del Sudeste Asiático, Malasia se coloca en el lugar 66, Tailandia en el 87 y Vietnam en el 116.

El informe de la ONU no incluye a países como Somalia, Zimbabue, Irak, Corea del Norte, Mónaco, San Marino, el Vaticano, a varias islas del Pacífico y Taiwán, que no es miembro de la organización de naciones.